"Nadie es capaz de ver las cosas como son, si antes no sabe como deben ser"

domingo, 11 de enero de 2009

Rosa, no me he podido resisitir.



Las culpables del cambio climático

Informacion.es » Opinión

MAR ESQUEMBRE

El día de Reyes me llevé una sorpresa, pero no me salió en el roscón, qué va. La encontré en los dos periódicos que habitualmente compro. La noticia se refería al mismo hecho, pero los titulares diferían bastante. Mientras en uno leía "El Vaticano asegura que la píldora causa "infertilidad masculina"", el otro rezaba así: "El Vaticano asegura que la píldora contamina el medio ambiente". Me asaltaron los remordimientos de repente porque la cantidad de años que yo he tomado la píldora no es nada despreciable; lo que no acertaba a comprender era cómo el uso de una pastillita podía provocar tan funestas y aparentemente dispares consecuencias. Así que, concluido mi particular ritual de leer primero únicamente los titulares a fin de establecer mi orden prioritario de lectura de noticias, me lancé de cabeza a las que les he comentado. Ahí sí, el contenido de la información era el mismo y recogía un artículo publicado días atrás en L'Osservatore Romano, el órgano oficial (perdón, el periódico) del Vaticano. El autor del artículo, el español José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas, aseguraba que la ingestión de la píldora anticonceptiva genera la liberación, a través de la orina, de toneladas de hormonas con efectos devastadores para el medioambiente, provocando así tal grado de contaminación que impide que los hombres produzcan la cantidad de espermatozoides que deberían y se convierte, por tanto, en "una de las principales causas de la infertilidad masculina en Occidente".
Es alucinante la forma utilizada por la Iglesia católica para adecuar a los tiempos actuales la encíclica de 1968 de Pablo VI ("Humanae vitae") en la que calificaba de inmoral el uso de todos los anticonceptivos. No en vano, el artículo de marras se titula "Humanae vitae, una profecía científica". Como lo del condón no les ha salido como esperaban (por las enfermedades de transmisión sexual más que por la contracepción) ahora van a por la píldora, ese maravilloso avance científico que permitió a las mujeres controlar su capacidad de reproducción y otorga, por tanto, autonomía e independencia. Resulta que como la milonga de la moralidad es débil argumento frente a la posibilidad (y más en tiempos de crisis) de afrontar tantas bocas que alimentar como las que Dios tenga a bien mandar, apelan ahora a los valores ecológicos y de preservación del medioambiente y la salud humana. Ya es sabido que en la tradición católica las mujeres somos culpables de todos los males desde Eva y la manzana prohibida, pero de ahí a que seamos las causantes del cambio climático y de la extinción de la especieÉ ¡Anda ya! No saben lo que inventar con tal de preservar su menguante poder de control.

7 comentarios:

estoliana dijo...

Esta entrada tiene mucho que ver con la entrada anterior. Me explico. Si nos enseñaran a traducir todas las necesidades y/o respuestas que biológicamente (traduzcase instinto)el ser humano tiene, seguramente unos listos, que sí supieron traducirlas, no las hubieran utilizado (y siguen haciéndolo) para la ostentación del poder (en estado puro) y su propio beneficio .

Si el ser humano supiera que uno de sus resortes institivo es la necesidad de amortiguar los contratiempos de la vida, buscaría cubrir esa necesidad de la misma manera que se pone una chaqueta si siente frio. Lo entendería como algo natural, algo que viene implícito con esta vida. Los cuatro listos que manipulan y te venden el cuento de que si haces lo que ellos dicen (por supuesto no lo que ellos hacen), si les das parte de tu trabajo y esfuerzo (para que ellos sean los más ricos de la tierra y puedan meter mano en todos los países, gobiernos, estados a hacer de las suyas) y encima les dejas tu alma a su merced, si haces eso, pues nada todo perfecto, puedes llorar en su hombro. Ahora, si no lo haces, te quemarás el fuego más ardiente que jamás has podido imaginar, y sufrirás los dolores más horrorosos que jamás hayas podido concebir.

En fin. Nos educan el cuerpo, ensenándonos a caminar, a mantenerlo limpio, a evitar lesiones... Nos educan la mente, datos, reflexiones, conocimientos... ¿Y el alma? (o espíritu). Esa enseñanza se la dejan a los listos de antes para que utilicen el nombre de un ente en el que creen y dicen que es todo bondad para que nos matemos en su nombre. Ja, digo.

Rosa dijo...

bueno, bueno y bueno. Vaya pedazo inauguración literaria bloguera que te has marcao maja. Ya mismo dejas de poner artículos de otros, muy interesante pero de otros, y empiezas a poner los tuyos propios. Si es que yo no sé como a veces nos vemos como no somos. Tu escribes de puta madre. Eres reflexiva, crítica y muy, muy clarita. Así que ya sabes, dale un besito a tu autoestima y coje el boli.
Respecto a lo que escribes, no he podido evitar reirme, además con alguna que otra carcajada. Es que cuando el cinismo asoma la cara con tan poca vergüenza me entra la risa, no lo puedo evitar. Se me condensan los argumentos en un: ¡¡¡que os follen!!, porque otra cosa no iban a entender.
un besazo guaaaapaaa!!!!

Anónimo dijo...

Por lo que veo, Rosa sigue tan diciendo como pensando, "mannñífica".

Y tú, Estoliana, poderosa como ya sabía que eras capaz. Muy buen texto.

Parece mentira que a estas alturas quiera compararse la contaminación de los infinitos motores y de las fábricas, de los incendios y los vertidos de crudo en el mar, del escape de Chernobil y los residuos nucleares, de los medicamentos tirados a la basura, de la radiación que por todas partes nos rodea, de los alimentos envasados con un mínimo de entre 3 y 14 conservantes químicos, de los medicamentos que atizan al ganado de consumo humano, por no hablar de las aves de granja, por decir algo, y compararlo, decía, con los restos presentes en la orina de anticoceptivos filtrados por el cuerpo y que después de girar por medio mundo, nos caen del cielo en forma de agua que cogeremos en un río cualquiera, todos límpidos como es habitual, y que trataremos químicamente antes de enviarla por las tuberías, algo sucias u oxidadas, o en el mejor de los casos la beberemos fresquita según baja de la montaña. Y creo que ahí viene el veneno que produce la infertilidad.

Cuando los estudiosos de la religión vierten el contenido de sus cerebros al mar del conocimiento, es cuando de verdad llega a nosotros la peor de las castraciones, la de la ignorancia.

estoliana dijo...

Gracias Rosa y Waldstein por la réplica, me siento honrada. Tanto por el trato (ruborizada me tenéis), por supuesto, pero sobre todo por lo que transmitís.

Ahora mismo estoy realizando una genuflexión. Os la dedico, es lo correcto.

P.S.: Voy a seguir estudiando.

P.S.: Waldstein, si tienes tiempo date una vueltita por el blog de Javier Armentia (si no lo has hecho ya) "Por la boca muere el Pez", es muy interesante. (A ti Rosa no te digo nada porque eres una viajera incansable, sé que te mueves por un montón de sitios, je, je, "échale red a la Rosa").

Jezabel dijo...

Recuerdo haberlo leído, creo que fue en el Pais. Yo no sé esta secta, creo que no tienen ya ni sentido del ridículo. Pero es que no te pierdas el retorcimiento, pq si querían atacar a la píldora, podían haber hablado sobre efectos secundarios, o vitamina b12, o del sistema nervioso. Pero no, en su mundo machista de sometimiento femenino, cual evas putillas expulsadas del paraíso por joder al pobrecillo inocente adán, culpabiliza a la mujer moderna, liberada, autónoma, deshumanizada y fresca, de acabar con las ilusiones masculinas de procrear, ellos, que extienden como mandan los cánones la semilla de dios. Brujas, malas,malas y malas. Agggggggggggggggggggg
Besazo

Anónimo dijo...

Gracias por indicarme el camino a "por la boca muere el pez", es un blog muy bien acabado e interesante. ¡Gracias!

estoliana dijo...

Siesquenoshiervelasangre...

Yo tengo que luchar contra los sentimientos que me provoca tanta hipocresía y manipulación encubierta.

Tengo que luchar porque esos sentimientos negativos a la única que perjudican es a mí.

Así que respiro hondo y me desquito cuando puedo. Ufff!!! Ojalá me salga bien, pero estoy invirtiendo en personas pensantes (mis hijas). Ya veremos... por lo pronto tienen discurso y argumentos de peso incluso para su edad... Ya veremos.

Esquemehiervelasangre.

Besos, Jeza.